«Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tu no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma persona que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena” – Haruki Murakami, Kafka en la orilla (Tusquets,2002)
Cordial Saludo Minutista.
En cuestión de un día, la vida nos cambió y tuvimos que confinarnos en nuestras viviendas para luchar contra un enemigo invisible pero muy fuerte y devastador “el covid-19”, por el cual afrontamos una pandemia que atenta contra la misma naturaleza de nuestra existencia. Situación que nos genera temor, cambio de hábitos y la forma de organizar la cotidianidad nos desafía y demanda esfuerzos para adaptarnos.
La incertidumbre nos circunda y nos preguntamos ¿cuánto tiempo persistirá el aislamiento?, ¿qué efectividad tendrán las medidas que cada uno adopta?, ¿cuándo volveremos a encontrarnos con los familiares y amigos?, todo esto genera inseguridad, nos genera dilemas de cómo serán las relaciones interpersonales en particular y el funcionamiento social en general. Afrontamos además cambios fuertes, repentinos y probablemente poco reversible del uso de dispositivos tecnológicos, que hacen que cada día aumenten las relaciones sociales a través de la internet y vivamos un exceso de tiempo en las pantallas.
Esta pandemia nos invita a reflexionar, sobre adaptarnos constructivamente a ésta realidad y preguntarnos: ¿cuánto tiempo estamos frente a una pantalla?, ¿cuánto dedicamos a jugar y reír con el que tenemos al lado?, ¿respeto la forma de pensar de mis vecinos, compañeros de trabajo, de estudio?, ¿pienso constantemente en lo que otros deben cambiar o en cómo cambiar y mejorar yo mismo?, ¿cómo actúo frente al que sufre?, ¿cómo hago que la empatía lleve a un cambio de mi conducta?, ¿actúo en sintonía con los tiempos de la naturaleza?, ¿qué de este nuevo modo de organización sería bueno conservar una vez superada ésta crisis?
La invitación es a reflexionar, a conectar con nuestra esencia espiritual amorosa que todo ser humano tiene. A que en familia planteemos qué sentido le queremos dar a nuestras vidas y a lo que estamos experimentando como individuos, familias, instituciones, gobiernos, humanidad.
Como dijo el profesor Frank M: “la crisis puede persuadir a las personas de que se puede imaginar y crear un mundo diferente, urgentemente. Y que se pueden re imaginar nuestros vínculos de una manera que sean más saludables, más igualitarios, y también que nos puede hacer salvar el planeta”.
Bendiciones.
Esp. Ximena Gutiérrez Sánchez
Rectora